Caritas Diocesana de Menorca insta a «toda la sociedad menorquina y a los representantes de las administraciones a formar un frente común que active en Europa una respuesta a largo plazo, aborde las causas de las migraciones forzadas, y transforme los retos en oportunidades». La entidad que depende del Obispado de Menorca ha reaccionado a la realidad de la inmigración, que interpela y afecta a los menorquines con la llegada de ocho argelinos a bordo de una patera a la Isla.
La respuesta solidaria de Caritas consiste en cuatro actuaciones, basadas en la acogida, la protección, la promoción y la integración. Denuncia también que «la situación actual constituye un escándalo que afecta a la dignidad y a los derechos de todas las personas» tras constatar la ausencia de «una respuesta colectiva europea» a los inmigrantes, lo que provoca caos, confusión, padecimientos innecesarios y vulneraciones de derechos. La llamada de Caritas Diocesana y sus propuestas deben ser atendidas; no pueden caer en saco roto. La sociedad menorquina y sus instituciones no pueden permanecer insensibles e impasibles ante esta dolorosa realidad. Es preciso actuar con eficacia, y sin demoras.