Un año después de la entrada en vigor del descuento del 75 por ciento para los residentes -fue aprobado con los últimos Presupuestos de Rajoy, en mayo de 2018-, las compañías aéreas se aprovechan de la normativa para aumentar el precio de los billetes. El Estado se ve obligado a destinar más recursos para cubrir el coste de esta bonificación, destinada a los residentes en Balears y Canarias. Con estas prácticas, que han sido reiteradamente denunciadas, los beneficiados acaban siendo las aerolíneas.
Los gobiernos de los dos archipiélagos anuncian un nuevo encuentro para volver a plantear al Gobierno central este viejo problema. Los hechos son conocidos y lo que se necesitan son medidas, decisiones y actuaciones. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que en un principio pretendió aplazar la aplicación del descuento, se comprometió, hace un año, a realizar un seguimiento de los precios en los trayectos subvencionados con el 75 por ciento.
Es el momento de plantear la idoneidad y acierto de este descuento y si habría resultado más eficaz y acertada una tarifa plana para evitar los incrementos en unos precios que hoy escapan a cualquier control.