Las dificultades del Govern para cuadrar las cuentas de 2020 le conducen a descatalogar plazas vacantes en la administración de la Comunidad Autónoma, lo que impide cubrir estas plazas y contratar personal específico. El gasto público disparado y la previsión de un descenso de los ingresos durante el próximo año han encendido las alarmas ante una desaceleración que ya tiene repercusiones. La situación se complica con el Gobierno del PSOE en funciones que gestiona los Presupuestos del Estado aprobados por el PP en mayo de 2018, que han sido prorrogados. Nos hallamos ante una seria advertencia de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), cuyo último informe denuncia el incremento excesivo del gasto corriente en el que incurre el Govern.
Las administraciones públicas españolas adolecen de un grave problema de ineficiencia. La burocracia duplica y triplica las gestiones, retrasa la resolución de los expedientes y genera un círculo endiablado al necesitar más funcionarios. La cuestión nuclear a modificar consiste en un modelo con esquemas decimonónicos que debe ser modernizado. Ahora falta conocer el impacto de este ajuste laboral.