A partir del 8 de junio, con el inicio de la fase 3, se podrá viajar entre las islas sin restricciones, lo que abre las puertas al turismo interior. Al mismo tiempo se autorizarán los desplazamientos entre las regiones que se encuentren en esta misma fase. Son anuncios y previsiones que permiten hablar de una cierta recuperación de la actividad económica menorquina, que ahora deberá ser avalada desde los mercados emisores.
Menorca afronta uno de los períodos más críticos para su economía por su gran dependencia de la llegada de visitantes a la Isla, como se ha constatado estas semanas, cuando la temporada aún no ha arrancado.
Es fundamental que empiecen a abrir los hoteles, porque impulsará la oferta complementaria. Todo ello, con eficaces controles en las llegadas a la Isla, tal como demanda hoy el médico epidemiólogo Maties Torrent. El bloqueo de Balears generó pérdidas por un importe de 1.000 millones de euros en abril. Falta ahora cuantificar las correspondientes a mayo. Todo apunta a una temporada atípica, que empezará a partir de julio. Es el momento de la perseverancia y la tenacidad del sector turístico menorquín; también de garantizar las medidas de seguridad.