La decisiva cumbre que esta semana celebra el Consejo Europeo concretará el reparto del Fondo de Reconstrucción y el presupuesto de la Unión Europea para 2021-2017. Charles Michel, presidente del organismo que integra a los veintisiete primeros ministros de los Estados miembros, advierte que «se trata de un debate extremadamente difícil porque no tiene precedentes y por la cantidad de dinero en juego». El paquete total a distribuir supera los 1,8 billones de euros, una cantidad que no se había negociado antes en la historia de la Unión. España, que aspira a conseguir 66.000 millones del fondo europeo en 2021, acude a este encuentro con una posición debilitada al perder la carrera para presidir el Eurogrupo: la vicepresidenta Nadia Calviño cayó frente al irlandés Paschal Donohoe. Duele, pero no hay tiempo que perder.
España debe emplearse a fondo porque hay mucho en juego: los 750.000 millones de este fondo de reconstrucción y el presupuesto de la UE hasta el 2027, que, en el caso de Balears, debería incluir compensaciones para reducir los sobrecostes provocados por la insularidad.