La emergencia del coronavirus ha afectado a numerosos pacientes al retrasar intervenciones quirúrgicas ya programadas. La sanidad pública no puede seguir demorando tratamientos esenciales a pesar de que la pandemia aún no está bajo control. Es preciso convivir con la covid y, al mismo tiempo, garantizar servicios especializados imprescindibles a medida que se recupere la actividad en los quirófanos. La suspensión o ralentización de tratamientos o cribados constituye un riesgo que se ha acentuado por la falta de disponibilidad de profesionales y por la prevención de muchos pacientes. Los protocolos de seguridad disuaden de las visitas a los especialistas o de la realización de las pruebas diagnósticas. Muchas enfermedades no pueden esperar, pero se acumulan las demoras. Balears, en este sentido, no ha sido una excepción. Hay que reanudar el seguimiento de pacientes que necesitan ser atendidos y recuperar los tratamientos quirúrgicos con garantías de una atención médica completa. Somos conscientes de que la ‘nueva normalidad', mientras no se demuestre la eficacia de las vacunas, implica convivir con la covid, también en el sistema sanitario.