Los medicos coinciden en reclamar para Balears un confinamiento de «unas dos o tres semanas» para reducir la alta velocidad de transmisión de la pandemia y reducir la presión que registran los hospitales de las Islas. El presidente del Sindicato Médico de Balears, Miguel Lázaro, pide este confinamiento domiciliario para evitar el riesgo de colapso del sistema sanitario, tras señalar que hay unos cien facultativos en vigilancia activa, que no pueden realizar sus funciones profesionales.
En el caso de Menorca, el portavoz del comité balear de enfermedades infecciosas, Javier Arranz, se mostró partidario de evaluar el cierre perimetral de Ciutadella porque el coronavirus presenta una «pequeña aceleración» en la Isla y que está «focalizado» en la zona de Poniente. En Menorca no se ha localizado la cepa británica de la enfermedad entre otros motivos porque «no se analizan todas las muestras al tratarse de un proceso complejo», según dijo ayer el doctor Arranz. Pues convendría saber si ha llegado a la Isla.
Y en este contexto de dudas y preocupación, Menorca recibirá esta semana únicamente 250 dosis de la vacuna, con lo que resulta imposible avanzar y cumplir los objetivos propuestos.