El Govern afronta el 2022 con unas buenas perspectivas económicas gracias a los anunciados fondos europeos -cuya cuantía para Balears se debe concretar- y también que por primera vez las Islas recibirán la partida del factor de insularidad, incluida en el Régimen Especial aprobado en febrero de 2019. Pero no debería ser a costa de la desaparición de los convenios de carreteras, cuestión que está suscitando la protesta de los consells de Menorca y de Eivissa.
En conjunto, el Govern formado por el PSIB-PSOE, Unidas Podemos y Més per Mallorca, gestionará el próximo año un presupuesto de 6.300 millones de euros, lo que supone un notable incremento respecto a los 5.800 millones de este año. A falta de conocer las previsiones para Menorca, es preciso reclamar la ejecución de las cuentas públicas de la Comunidad Autónoma, porque hay proyectos y actuaciones que se repiten y anuncian, como la escuela de Es Mercadal, el nuevo centro de FP de Hostelería de Ciutadella y el Conservatorio de música en Maó, que no acaban de llegar. Las promesas han de cumplirse y no vale demorar las inversiones. Cabe exigir rigor y que no se aplacen los equipamientos que necesita Menorca.