La dirección estatal del Partido Popular no logra apaciguar las tensiones internas. A los desmarques de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se han unido ahora las críticas de la diputada Cayetana Alvarez de Toledo, contra Pablo Casado y Teodoro García Egea. Desmarques y críticas que debilitan al principal partido de la oposición y desconciertan a la militancia.
El pulso con Casado se ha recrudecido tras la victoria de Díaz Ayuso en las elecciones autonómicas de Madrid con unos resultados que le están dando gran notoriedad en la política nacional. El cuestionamiento interno de las estrategias del PP, al que un sector considera demasiado tibia en su labor de desgaste del Gobierno de Pedro Sánchez, obedece al intento de controlar el discurso y el liderazgo del tándem formado por Casado y García Egea.
El electorado de la derecha vive una situación inédita hasta ahora, lo que propicia una coyuntura de la que salen beneficiadas formaciones que se disputan el mismo espacio ideológico. Habrá que ver cómo y cuándo finaliza este largo pulso entre Pablo Casado y Díaz Ayuso, aunque en el trasfondo se adivinan otros intereses y rencillas personales.