La inflación seguirá por encima del 5 por ciento hasta fin de año, según Funcas, que sitúa el aumento del Indice de Precios de Consumo (IPC) en el 5,3 por ciento en noviembre y el 5,1 en diciembre. Acaba el 2022 con incrementos en los precios por la falta de suministros y materiales que repercuten sobre el consumo, uno de los motores de la recuperación. Los constructores exigen renegociar las obras públicas al afirmar que los costes han aumentado un 25 por ciento; los aparejadores prevén una subida del precio de la vivienda entre un 10 y 12 por ciento el próximo año.
Y en Balears seguimos pagando la gasolina más cara de toda España, lo que se añade al aumento del precio de la electricidad. Estos incrementos dificultan la reactivación de la economía balear, lastrada por los sobrecostes de la insularidad. Las empresas de las Islas no producen ni compiten en igualdad de condiciones que las de la península, y los consumidores finales acaban pagando estas desventajas. Es preciso conseguir la efectiva aplicación de todas las medidas del Régimen Especial aprobado en febrero de 2019 y la rápida llegada de los fondos europeos para facilitar una recuperación que se está demorando.