Francesc Conesa cierra una etapa de cinco años como pastor de la Iglesia de Menorca al ser nombrado obispo de Solsona, diócesis catalana que ya recibió a dos prelados de la sede episcopal de Severo: Miquel Moncadas Noguera y Antoni Deig i Clotet. Conesa, con una sólida formación como teólogo y filósofo, además de una relevante trayectoria docente, es la apuesta segura del nuncio Bernardito Auza para dar carpetazo al ‘caso Novell' y la crisis que abrió el anterior titular de Solsona tras renunciar para casarse con una escritora de novelas satánicas. Afirma Conesa que «cinco años son pocos, pero aquí he aprendido a ser obispo».
Menorca se ha convertido en diócesis para los últimos prelados que, tras una etapa de formación y aprendizaje, son trasladados a otros destinos episcopales. A partir del 12 de marzo volveremos a estar en situación de sede vacante. Compartimos el deseo de Conesa para que el periodo de interinidad que se abre con su marcha «no sea demasiado largo y que pronto tengáis un obispo en Menorca». El prelado electo de Solsona deja la impronta y el fruto de su trabajo, constancia y dedicación a la Iglesia menorquina con un dinámico y eficaz plan pastoral.