La crisis que convulsiona la dirección del Partido Popular también tiene sus consecuencias en Balears, aunque su presidenta Marga Prohens, trata de distanciarse respecto a unos acontecimientos que se precipitan a medida que avanzan las horas. Ayer, tras la dimisión del secretario general, Teodoro García Egea, se están pactando las condiciones para la retirada de Pablo Casado, mientras que el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se perfila como nuevo líder nacional del PP.
El PP balear se desmarca de la crisis de Madrid para evitar que en las Islas la formación se vea salpicada que por una batalla durísima que solo podrá neutralizar el congreso extraordinario. Pero también en Balears sufre el impacto de las tensiones internas, y la presidenta regional ha pedido disculpas a los militantes y votantes por el penoso espectáculo que ofrece el partido. Marga Prohens, que mantiene una relación directa con Pablo Casado y la cúpula nacional, comprende la gravedad de las consecuencias de una crisis que amenaza con implosionar al Partido Popular. Por ello reclama una candidatura unitaria para el próximo congreso, como hubo en Balears, y que se forme una gestora que dirija la transición. El escenario es hoy mucho más complejo que hace unas semanas y la solución a la crisis obliga a evitar errores, por pequeños que sean.