El malestar expresado ayer por los fornellers, que reunieron a 300 personas en la manifestación de protesta por la gestión de Ports de les Illes Balears en el puerto del norte de la Isla, debe ser escuchado y atendido por el Govern. Las advertencias y el desacuerdo que, desde hace semanas, ha venido manifestando la Junta Local de Fornells contra el nuevo voluminoso edificio de Es Pla y la concesión de la calle Governador, han sido desoídos por el organismo del Govern Armengol que gestiona los puertos autonómicos.
Las actuaciones de Ports han de tener en cuenta el criterio de la Junta Local y el sentir mayoritario de los fornellers, que no se merecen les den la espalda. Ports de Balears, que depende de una conselleria del Govern gestionada por el PSOE, no puede escudarse en que tiene la competencia sobre la zona portuaria y que, por tanto, decidirá, actuará y gestionará. Se impone el diálogo, el sentido común y el entendimiento.
La protesta ciudadana de ayer evidenció la soledad del PSOE ante la unidad que demostraron el PP, la Entesa y Més per Menorca. Es el momento de abrir un punto de inflexión para admitir y corregir los errores cometidos en la planificación del puerto.