La rebelión de los coordinadores de la Selectividad en diez comunidades autónomas; y las críticas de profesores universitarios, el Institut d'Estudis Catalans, la Real Academia Española, la Red Española de Filosofía y escritores de novela histórica han provocado el aplazamiento de la nueva EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad), la antigua Selectividad. El Gobierno da este paso atrás por el rechazo y el descontento que había generado el nuevo examen tanto en la comunidad educativa como fuera. La versión definitiva no se aplicará hasta el 2028. El Gobierno pretendía reducir a la mitad el número de exámenes y había previsto una prueba de madurez académica que condensaba las asignaturas de Lengua Castellana y Literatura, Lengua Cooficial, Lengua Extranjera, Historia e Historia de la Filosofía. Hasta ahora se habían evaluado por separado, pero se unían en un único examen de 25 preguntas tipo test y tres preguntas de un máximo de 150 palabras cada una. Desde la oposición, el PP lo rechaza y advierte que «tiene que haber una única prueba en toda España que garantice la igualdad de oportunidades de todos los estudiantes». Tras la avalancha de críticas a la nonata EBAU empieza ahora una nueva etapa para consensuar el examen de Selectividad con las autonomías y la comunidad educativa española.