La comisión de expertos que asesora al Gobierno recomendó ayer una subida de entre el 4,6 cien y el 8,2 por cien para el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2023. De aplicarse, se situaría entre 1.046 euros y 1.082 euros, lo que amortiguaría el impacto de la inflación. Mañana, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, se reunirá con los sindicatos y empresarios para negociar el incremento del SMI. Tendrá en cuenta la inflación, la productividad, la participación de las rentas salariales y la coyuntura económica. La cuantía del próximo Salario Mínimo Interprofesional, que hoy es de mil euros brutos en 14 pagas a jornada completa, se fija en un escenario de empeoramiento de la desigualdad social, aumento de la cesta de la compra e incremento de los gastos de las economías domésticas; electricidad, gas, alquileres e hipotecas.
Es una decisión de gran trascendencia al afectar el sueldo de dos millones de asalariados en España y se utiliza como indicador para la negociación colectiva y referente en prestaciones sociales y otros cómputos. Mientras los empresarios rechazan aumento de los costes laborales, la OCDE aconseja que el SMI tenga relación con el IPC y señala que las anteriores subidas no dañaron el empleo ni han influido en los precios. Llega el momento de aproximar las posiciones.