Presionado por Més per Mallorca, el Govern rectifica y anuncia que volverá a exigir, con una moratoria de dos años para los interinos, el catalán como requisito a los profesionales del IB-Salut. Con este anuncio, el PSOE, que desde la Conselleria de Salud había transformado la lengua catalana en mérito para médicos y enfermeras, logró desactivar la crisis en el Govern y las críticas de la UIB, la OCB y el STEI. Estas dos últimas entidades han presentado recursos que hoy se deben resolver. Pero, 24 horas después del inesperado cambio de criterio del PSOE, que se produjo tras ofrecer Marga Prohens a Armengol un pacto para mantener la exención del catalán en la sanidad pública, los médicos y enfermeras expresan hoy su perplejidad porque aún desconocen cuál es el contenido y el alcance del acuerdo.
El Govern dijo el miércoles que reduce a quince las categorías sanitarias que quedarán exentas de conocer el catalán porque son deficitarias. Sigue sin concretar ni especificar cuáles son y a cuántos profesionales afectará la medida. La consellera de Salud, Patricia Gómez, admite que aún «no tiene la cifra de las plazas, porque todavía se está analizando el detalle de las solicitudes». Asociaciones profesionales como el Simebal y el Satse ignoran el alcance de esta medida política que todos deberíamos conocer.