Es el mismo problema que se repite desde hace años: la reducida oferta de trayectos y plazas en las rutas aéreas con Menorca cuando acaba la temporada turística y cierran los establecimientos de alojamiento. Una situación que coincide con el final de octubre, cuando la Isla inicia la temporada de hibernación que se prolonga desde noviembre a marzo-abril, en función de las fechas de la Semana Santa. La escasa demanda provoca que los trayectos con Menorca no resulten atractivos para las aerolíneas, ni en las rutas nacionales ni internacionales.
Padecemos un problema de masa crítica que perjudica tanto a quienes deseen venir a la Isla como a los residentes que siguen viviendo y trabajando aquí durante estos meses de menor actividad. Menorca llegó a quedar sin Obligación de Servicio Público en el vuelo con Madrid. Esta ruta OSP se ha reanudado con un lleno total, sin plazas disponibles hasta el próximo lunes. Es un problema de difícil solución, que pone de manifiesto la verdadera dimensión de Menorca. La realidad es que no han prosperado las iniciativas para desestacionalizar en los meses de temporada baja. Más aislados, cierto, pero que no supriman ninguna OSP.