Cada vez estamos peor. Ese podría ser el resumen de la salud mental de los ciudadanos de Balears. Los datos hablan por sí solos: un diez por cien de la población consume fármacos para tratar de aliviar los trastornos de su estado de ánimo y el año pasado el IB-Salut destinó más de 18 millones de euros a dispensar psicofármacos. Desde la covid, los síntomas de ansiedad, estrés, depresión y otras manifestaciones de trastorno mental no han dejado de crecer en las Islas. Especialmente grave es el apartado que hace referencia a los menores, adolescentes o jóvenes, que han experimentado un incremento de los casos de alteraciones emocionales.
Muchos de los afectados llegan a autolesionarse porque están sumidos en un estado de depresión severa. Los profesionales también advierten que la ansiedad aumenta en las familias que no pueden hacer frente a los elevados alquileres que se solicitan por un piso y tampoco pueden comprar una casa porque no tienen posibilidad de obtener una hipoteca. A pesar de los esfuerzos de centros docentes y las administraciones, el acoso escolar sigue siendo otro grave problema que afecta a muchos jóvenes y provoca secuelas emocionales tras sufrir maltrato psicológico en los colegios. Los móviles y las nuevas tecnologías, provocan muchas conductas reprobables y conflictos en la escuela.