Un exhaustivo informe elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil vincula a Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, al cobro de comisiones pagadas supuestamente por la compañía Acciona a su predecesor en el cargo, José Luis Ábalos. La investigación, difundida ayer, agudiza la crisis del Gobierno de Pedro Sánchez, que se debilita por momentos. Cerdán dimitió al trascender el demoledor escrito de los investigadores del «caso Ábalos», pero deja muy tocado a Sánchez y convierte la legislatura en una camino de espinas.
El presidente Sánchez, abatido, pidió perdón a la ciudadanía. Anunció una auditoría a las cuentas del PSOE y dijo que nunca debían haber confiado en Santos Cerdán. La situación del líder socialista es extremadamente complicada. La corrupción salpica al Gobierno PSOE-Sumar y es imposible que Sánchez siga inmune. Ayer, con cara de funeral, reiteró que no habrá elecciones hasta 2027, pero sus socios le exigen explicaciones. Es evidente que el tiempo de Pedro Sánchez se ha agotado porque un Gobierno democrático no puede verse salpicado a diario por escándalos de corrupción, con su credibilidad arruinada. Ya no se trata de Pedro Sánchez y su famosa resistencia, sino de la integridad del sistema. Cualquier otra salida supondrá una enorme traición.