El Consell impulsa una batería de actuaciones en la carretera general (Me-1). Las principales han de servir para desbloquear las obras en el tramo de Maó-Alaior y llevar a cabo un proyecto con las garantías se seguridad suficientes, que incluyen la finalización del puente de Rafal Rubí. Pero también se actúa, con medidas transitorias, en puntos de riesgo, como el cruce de Torre-solí, el cambio de sentido en Talatí, el nuevo pavimento en el tramo de Es Mercadal-Ferreries. En los últimos días se ha planteado un proyecto para llevar a cabo mejoras en el tramo de Ferreries-Ciutadella, el único que se reformó en el gobierno del Pacte en el Consell.
Con una inversión de casi 600.000 euros se pretende mejorar la seguridad en distintos puntos. Se reducirá la velocidad máxima en el túnel, de 80 a 60 kilómetros, se renovará la señalización, con la incorporación de señales luminosas, y se marcarán mejor los dobles carriles ya que en algunos puntos llegan a confundir, como entre la cuesta de Ses Angoixes hasta el camino de Binigarba. Buscar la seguridad es el criterio principal para concluir la reforma de la carretera general, aunque cada tramo tenga un diseño distinto.