El equipo de Gobierno de Ciutadella ha decidido no demorar por más tiempo la peatonalización de la plaza de Es Born y el traslado de la parada de autobuses. Está en su derecho al impulsar unas medidas anunciadas hace años y que siempre provocan oposición por parte de quienes temen las consecuencias negativas, empresas relacionadas con el sector, comercio y restauración.
Por eso es muy importante explicar bien el proceso, mantener un diálogo abierto, informar de los planes y de las mejoras y escuchar la voz de los ciudadanos. Sin renunciar al objetivo, facilitar la participación para que el proceso sea compartido. Más allá del debate político, quizás excesivamente tensionado en Ciutadella, hay que valorar la opinión social.
La protesta de ayer es indicativa de un malestar existente. Los disconformes con la medida también tienen todo el derecho a expresar sus discrepancias y pedir al Ayuntamiento que revise sus decisiones. Algunas actitudes no son admisibles, las que expresan una opinión con un exceso de agresividad, como se vio ayer en algunos casos concretos.
De todas formas, el equipo de gobierno está obligado a escuchar y a dialogar.