La reparación de la planta desnitrificadora de Malbúger aún no ha empezado. Desde septiembre de 2024, las 7.300 viviendas de Maó que dependen de esta red no reciben agua apta para el consumo humano. Las obras se demoran porque la empresa Vitaqua, adjudicataria de las tareas de reparación y mejora, ha solicitado una prórroga de diez semanas al no contar con las piezas necesarias. La planta de Malbúger permanece paralizada tras el informe de Hidrobal, de agosto del año pasado, en el que advirtió al Ayuntamiento de su mal funcionamiento.
El equipo de gobierno anuncia que la puesta en marcha de estas instalaciones se retrasa a otoño, mientras la oposición denuncia el retraso y pide la convocatoria de la comisión de seguimiento del plan de emergencia por sequía. Las primeras analíticas que detectaron un exceso de nitratos datan de abril de 2024. Los últimos análisis del agua que se distribuye a través de la red de Malbúger confirman que siguen superando los niveles permitidos en la concentración de nitratos. Además de agilizar la reparación de la desnitrificadora de Malbúger, cabe también reclamar la conexión lo antes posible y con todas las garantías, de la planta desnitrificadora de Sant Climent, que aplica los mismos principios biológicos que la de Malbúger, aunque con tecnología distinta. Objetivo: suministrar agua potable a la población de Maó.