La Audiencia Provincial es la clave del buen funcionamiento de la administración de Justicia en Balears. Toda la actividad de los juzgados de Instrucción, penales, primera instancia, mercantiles, violencia de género, menores y vigilancia penitenciaria, es susceptible de ser recurrida ante la Audiencia. Además asuma el peso de todos los juicios que tiene que celebrar, en especial en penal. Salvo en Contencioso y en Social, todo pasa por la Audiencia, con directa repercusión en Menorca. Si no funciona bien es imposible que el sistema sea eficaz y que la tutela judicial efectiva esté garantizada. El Consejo General del Poder Judicial nombró ayer al magistrado Gabriel Oliver Koppen, miembro de la asociación Francisco de Vitoria, nuevo presidente de la Audiencia. Asume la presidencia de un órgano donde faltan, al menos, tres secciones civiles y otra penal. Lo peor son los retrasos en los juicios penales que, en la Sección Segunda, se han llegado a fijar para el año 2029. Es inadmisible, motivado por la carga de trabajo y la falta de disponibilidad en la agenda. Se necesitan más medios. La Sala de Gobierno propuso un plan que no ha cuajado y ha motivado una inspección del Consejo para evaluar la situación. La situación ha provocado la salida de dos magistrados de este órgano y ha enrarecido el clima de trabajo hasta límites delicados. Un desafío.
La carga de trabajo en la Audiencia y su repercusión para Menorca
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