La hacienda municipal de Maó se halla en una situación de equilibrio inestable al no haber conseguido el PSOE -que gobierna en minoría- aprobar el Plan Económico-Financiero para los años 2025 y 2026. La agrupación de electores Ara Maó persiste en el voto de abstención mientras que el PP, que en el pleno del 31 de julio rechazó el documento, debe fijar su posición ante una futura votación. La dificultad para aprobar el plan evidencia la soledad del equipo de Héctor Pons, que gobierna solo con los ocho concejales socialistas frente a una oposición mayoritaria de trece ediles (8 del PP, 4 de Ara Maó y el no adscrito Xisco Cardona).
Más allá de las duras críticas difundidas por el PP y Ara Maó, y ante el precedente del gran número de ayuntamientos que han redactado y aprobado planes similares, se impone el sentido común y la lealtad institucional para alcanzar el acuerdo. Se trata de dialogar y aproximar posturas para evitar que la hacienda local de Maó entre en un callejón sin salida con la paralización de 1,3 millones de euros del presupuesto. Esta situación será perjudicial para los ciudadanos, lo que demanda un ejercicio de responsabilidad de todos. El gobierno municipal debe dar explicaciones y mejorar el cobro para evitar que vuelvan a repetirse escenarios de gestión ineficaz.