Cada día, Balears gasta en sanidad pública 6,6 millones de euros con un presupuesto que supera los 2.450 millones al año y que crece significativamente. Hace una década, el gasto diario era de 3,5 millones. El IB-Salut supone el mayor gasto para el Govern balear -como en el resto de las autonomías– y supone uno de cada tres euros del dinero que gestiona el Ejecutivo encabezado por Marga Prohens. El aumento del gasto sanitario está vinculado al crecimiento de la población de las Islas.
Es un problema común al resto de servicios públicos y requiere una mejora de la financiación autonómica que compense esos aumentos y refleje el peso real de la población de cada uno de los territorios. También es preciso mejorar las condiciones laborales del personal sanitario, en especial el de mayor cualificación. Existe un combate abierto entre territorios para captar y fidelizar a los profesionales y Balears es una plaza complicada. A la insularidad cabe sumar el problema de la vivienda. Un sistema sanitario universal, público y gratuito para el usuario, como el que se disfruta en España, tiene un coste vía impuestos del que los ciudadanos deben valorar mucho más y para garantizar la atención. Al IB-Salut le corresponde gestionar de la forma más eficaz posible esos recursos y garantizar una atención sostenible.