Después de diez años y de haber perdido el convenio de carreteras con el Estado por el incumplimiento sistemático de los plazos, ayer, por fin, volvió a iniciarse una obra de reforma de un tramo de la carretera general entre Maó y Alaior. Se trata de 2,9 kilómetros y servirá, principalmente, para mejorar la eficiencia de la rotonda del cruce con la carretera del aeropuerto, ganar seguridad en el acceso a Talatí, eliminar todos los giros a la izquierda, incorporar un tercer carril, ampliar los arcenes a 2,5 metros y construir un carril de tierra para el tráfico no motorizado. En 2024 se produjo un accidente mortal en el cruce de Talatí, lo que hizo que los vecinos se movilizaran exigiendo soluciones. La obra es la respuesta necesaria.
Quedará pendiente el tramo que incluye Rafal Rubí, cuyo proyecto de terminar el puente ha sido paralizado por un juzgado por un recurso presentado por el PSOE. El presidente del Consell afirmó ayer que la tramitación para licitar las obras no se ha parado. Sea cual sea la resolución, no tiene sentido mantener por más tiempo la reforma parada. Por seguridad del tráfico e impacto en el paisaje.