El Parlament inicia hoy, con la intervención de la presidenta Marga Prohens, el segundo debate de política general de esta legislatura. A pesar de su situación de minoría parlamentaria, Prohens se negó a incorporar a Vox al Consell de Govern, lo que complica la acción de gobierno pero permite marcar perfil propio del Partido Popular de Balears. Ha aprobado la Ley de Presupuestos Autonómicos de este año, que puede prorrogar para el 2026. Un hecho clave que contrasta con el rechazo de Vox al decreto que agiliza la tramitación administrativa de los proyectos estratégicos para las Islas e incluye una moratoria parcial de energías renovables en suelo rústico.
Este ‘no’ del partido de Abascal suscita malestar e incomprensión entre las organizaciones profesionales de las Islas. Sorprendentemente, la negativa de Vox a este decreto no guarda relación con su contenido, sino con las exigencias del partido de extrema derecha en materia lingüística, que van mucho más allá de lo pactado con el PP. La oposición de izquierdas tiene la oportunidad de desmarcarse del partido de extrema derecha y desbloquear la aprobación de esta norma. Los ciudadanos reclaman capacidad de entendimiento para que Govern y oposición sean capaces de pactar aquellas medidas buenas para el interés general. El ‘no a todo’ y el ‘y tú más’ provocan desafección.