Un mes después de los históricos acuerdos de paz que pusieron fin a dos años de guerra entre Israel y Hamás, y que se saldó con la destrucción de Gaza y miles de fallecidos, sobre todo del lado palestino; ahora Estados Unidos y Egipto buscan la rendición incondicional de los últimos yihadistas, que siguen ocultos entre las ruinas y emboscan a las tropas judías. La realidad es que el presidente estadounidense Donald Trump y el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu no contemplan un escenario para la nueva Gaza con milicianos en el poder o moviéndose entre las sombras, de ahí que sea una prioridad desalojar del poder a los combatientes palestinos.
Israel no olvida que fueron precisamente este grupos terroristas los que atacaron su país el 7 de octubre de 2023, masacrando a un millar de civiles inocentes en comunidades y granjas próximas a la frontera. Durante toda la guerra, el control de la franja por parte de Hamás ha sido casi total, lo que lleva a pensar que la mayoría de la población estaba atemorizada y no quería levantarse contra ellos por temor a represalias. De lo que no cabe duda es de que el futuro de Gaza no pasa por la presencia de Hamás en el poder.