El acierto de tener las playas a punto para las vacaciones de Semana Santa debe ser un primer paso para que Menorca presente su mejor aspecto el 1 de mayo, en el inicio oficial de la temporada. El año pasado pesó más la intención de crear empleo, con el desarrollo del Plan E, que la imagen turística. Este año, en que se lleva a cabo un enorme esfuerzo para recuperar turistas, no puede repetirse una situación similar. Toda la Isla y cada una de sus poblaciones deben ser consideradas zonas de interés turístico. Los Ayuntamientos han de tener una planificación para que el desarrollo de esos proyectos no afecte a la temporada.
El acondicionamiento de las playas en Semana Santa demuestra una mayor sensibilidad de las administraciones hacia la actividad turística. Evidencia también que la promoción exterior y los convenios con los mayoristas no obtendrán los resultados esperados si el producto que se ofrece no satisface las expectativas de los visitantes. Por este motivo, hay que mejorar el estado de las urbanizaciones y de los centros históricos de las poblaciones. En este objetivo deben implicarse las instituciones públicas, los propietarios y las empresas turísticas.