Cuando un gobierno pretende reparar unas injusticias con una ley que incurre en nuevas injusticias sólo consigue habilitar una mayor crispación social que agrava el problema a solucionar.
El Gobierno de Baleares ha impulsado lo que denomina Ley de Igualdad de género que dice pretender facilitar la igualdad entre hombres y mujeres. Pero de hecho no lo hace sino que garantiza lo contrario: la desigualdad.
El "Govern" disfraza la etiqueta de igualdad con una flagrante discriminación por razón de sexo que choca con el espíritu de la Constitución y que no hace sino resaltar la injusta ideología de género que subyace en esta ley.
Como recuerda Joan Font Rosselló de UPyD :"Esta ideología de género debe de considerarse como una variante más del marxismo recalentado, sustituyendo el odio de clase entre unos opresores (burguesía) y unos oprimidos (proletariado) por un odio de género entre opresores (los hombres) y otros oprimidos (las mujeres). De ahí que este feminismo igualitarista, además de atentar contra la sensatez y el más elemental sentido común, suponga un ataque frontal a la igualdad ante la ley que encarna un Estado de Derecho y a la prohibición de la discriminación por razones de sexo que establece la Constitución Española en su artículo 14. En el anteproyecto se pretende privilegiar el acceso a proyectos de investigación, tribunales, consejos escolares, funcionariado o directivas de empresas por el mero hecho de ser mujeres".
Efectivamente, estas leyes políticamente correctas, aparte de ser ofensivas para muchas mujeres por la pretendida tutela que les impone, sólo favorecen la desigualdad y la discriminación hacia una parte de la sociedad. Los hombres son estigmatizados, como establece la "ley contra la violencia de género" en la que el hombre es culpable mientras no se demuestre lo contrario por el simple hecho de ser hombre. Esa ley injusta atenta con el mismo concepto de igualdad ya que impide que un mismo hecho violento tenga un tratamiento jurídico y social idéntico. De hecho cada año aumenta el porcentaje de hombres maltratados sin que exista igualdad jurídica real.
Sigue Font Rosselló:"La ideología de género se nutre del agravio comparativo y del revisionismo histórico con el fin de implantar, a través de la ingeniería social, una suerte de justicia universal que, en caso de imponerse, derivaría en un estado totalitario."
El proyecto de ley del Gobierno balear crea los "comisarios de género" y las "auditorías de género" cuyos objetivos no son otros que vigilar el cumplimiento de la doctrina del feminismo radical que no duda en violar derechos individuales y constitucionales. Estas actitudes evocan el peso que siempre ha tenido la policía secreta y los comisarios políticos en las dictaduras.
Estas actitudes son denunciables ya que esta pretendida "guerra de sexos" será estéril y no ayudará a solucionar los problemas de igualdad y libertad que deben de imperar para mejorar las condiciones de una parte importante de la sociedad.
Sólo cabe pues denunciar la politización, la manipulación y la utilización demagógica del discurso de la igualdad por parte de los sectores radicales que padecemos en el Gobierno Balear. Instaurando de hecho una "guerra de sexos" no se solucionará el problema. Al incidir en la desigualdad de oportunidades, lo enconará.