El presidente del Consell, Marc Pons, presentó el lunes la propuesta de desarrollar un plan para promover la implantación del coche eléctrico en Menorca. Fue quizá la única novedad del debate sobre política general. El Consell no tiene un proyecto, ni tan solo un estudio previo, pero en este caso es importante que tenga voluntad de promover una idea básica que tiene futuro. Es verdad que el desarrollo de este modelo de transporte alternativo plantea incógnitas que han de resolverse, como el precio, las prestaciones técnicas y que el sistema de recarga sea rápido y eficaz. También es cierto que las empresas automovilísticas han dado un paso al frente y empiezan a promover sus diseños de automóviles eléctricos. Es un negocio que a medio plazo ha de funcionar y es bueno que Menorca se anticipe y que acierte en los pronósticos. El partido de Unió Menorquina ya había apostado por el coche sin gasolina y es positivo que el Consell empuje la iniciativa. Conviene asociar el proyecto a la Reserva de la Biosfera para transmitir coherencia en las actuaciones. Por otra parte, el Gobierno ha previsto el plan MOVELE, dotado con cientos de millones de euros, y del que Menorca debería beneficiarse.
Editorial
La propuesta del coche eléctrico tiene futuro