El inciso d'habitude
¡Jolines, la que se ha montado por lo de la visita de Franco en 1960! Yo tenía entonces 15 años y acudí a la Cuesta de la Abundancia a ver el "chou", que era lo que podía hacer un chico desideologizado de entonces (desideologizado, sí, a pesar de las presiones de Félix de Pablo en la clase de política). Recuerdo una anécdota: a un motorista de la escolta no le arrancó la Harley y se puso de los nervios. Al final se quedó en el muelle con cara de pre-arrestado y Franco, con Pons Monjo a su lado más tieso que un palo ("¿qué hace ahí ese listón?", ¿os acordáis de ese día, compañeros de 3º en el Instituto viejo?), subió hacia la ciudad en coche descubierto con un motorista de menos.
Ahora vayamos a la película.
La Inglaterra de los siglos XI y XII.
Una consideración previa, cuando decimos Inglaterra, nos referimos, evidentemente, a "Inglaterra", es decir, excluyendo a Escocia y Gales, el centro y sur de la Gran Bretaña. En Inglaterra, pues, habitaban en el siglo XI dos grupos sociales enfrentados, (ambos, invasores lejanos de la Bretaña tardorromana unos y de la altomedieval otros): los sajones y los normandos (de nord-men o vikingos). Los segundos asentados también en la Bretaña francesa, que entonces formaba parte del ducado de Normandía.
En 1066, concretamente, reinaba en Inglaterra el que fue el último rey sajón, Harold II, al que disputaba el trono el duque de Normandía, Guillermo, apoyado por los normandos ingleses que querían sacudirse el yugo de la clase dominante sajona. En ese año, Guillermo de Normandía invadió Inglaterra desembarcando su ejército en Pevensey (condado de Sussex) y dirigiéndose desde allí hacia Londres, la capital del reino sajón. Al llegar al lugar de Hastings se encontró esperándole el ejército de Harold que presentó batalla y fue completamente derrotado a pesar de la bravura de sus tropas. Guillermo utilizó dos elementos decisivos que le dieron la victoria: uno humano, el cuerpo de arqueros de elite con sus arcos largos (longbows), que se haría famoso en el ejército inglés con posterioridad y la caballería. La táctica utilizada por Guillermo en Hastings consistió en lanzar una lluvia de flechas en tiro parabólico sobre el enemigo que le obligaba a protegerse con sus grandes escudos ovales como paraguas, desprotegiendo sus cuerpos de una segunda andanada de flechas en tiro directo. Remataba la acción la caballería, que en aquella ocasión utilizó un elemento novedoso y decisivo: el estribo. Efectivamente: un jinete combate mucho más seguro y afianzado sobre su caballo con los pies sujetos por un arnés con estribo, que la caballería europea utilizo precisamente por primera vez en Hastings frente a un enemigo que montaba prácticamente a pelo.
En la película se pone mucho énfasis en la actuación de los arqueros, hay numerosas escenas de "lluvia de flechas" al propio Robin se le presenta como miembro de ese cuerpo de élite.
La consecuencia de la victoria de Hastings fue la entronización de Guillermo como rey de Inglaterra. El nuevo monarca introdujo en el reino numerosas reformas: abolición de la monarquía electiva -transformada ahora en hereditaria- y concesión a los normandos locales y a sus propios barones (también normandos) de las tierras confiscadas a los nobles sajones desafectos, implantando en la Inglaterra del siglo XI un férreo régimen feudal en el que los señores territoriales detentaban el mero y mixto imperio sobre sus siervos que, dicho en llano, significaba convertirse en señores de horca y cuchillo, a los que el rey, tras apropiarse de los bosques, concedió los derechos exclusivos sobre la caza y recogida de leña, siendo reo con pena de horca el que lo llevara a cabo sin permiso, medida que levantó gran polvareda porque hasta entonces cualquiera tenía derecho a hacerlo.
Ése, el de la caza, es un elemento dominante en la leyenda de Robin Hood, que se rebela precisamente contra esta medida a todas luces injusta.
Se inicia, pues, en Inglaterra, el periodo de la monarquía normanda sojuzgando además a escoceses y galeses. El cuarto monarca de esa dinastía será Ricardo I apodado "Corazón de León", quien estuvo siempre más pendiente de sus posesiones en Francia (el ducado de Normandía) que de su reino inglés. De hecho permaneció muy poco tiempo en la Gran Bretaña y se pasó la vida disputando tierras y poder con Felipe II Augusto de Francia del que era feudatario, y guerreando en Tierra Santa, después de promover la III Cruzada.
De vuelta de los Santos Lugares en 1192, Ricardo cayó prisionero del rey de Austria Leopoldo V, -aliado del francés, su enemigo- y permaneció dos años confinado en el castillo de Durnstein. En 1194 es liberado tras pagar un rescate.
En la leyenda de Robin Hood aparece como un tema recurrente el descontento de la población relativo a los impuestos extraordinarios que se exigieron para el rescate del rey Ricardo y que sin embargo pasaban a engrosar las arcas de los nobles y del regente el príncipe John.
Una vez liberado, Ricardo, en vez de volver a su Inglaterra natal para corregir los abusos del regente, se dedicó a corretear otra vez por Francia en campañas generalmente motivadas por la apetencia de riquezas. En una de estas, sitiando el castillo de Chalus-Chabrol, fue herido en el cuello por una ballesta en marzo de 1199. Después de que un mal cirujano le practicara una cura desastrosa, murió de gangrena el 6 de abril del mismo año, dejando heredero de la corona a su hermano John. Cuenta el cronista John Mair (Historia Majoris Britanniae tam Angliae quam Scotiae, 1521) que el ballestero que le disparó era un niño al que Ricardo había matado a su padre. El pequeño fue llevado ante el rey, que le perdonó la vida antes de morir, en un último gesto de caballerosidad. De nada le sirvió al muchacho de todas formas esta medida de clemencia, porque nada más muerto el rey su lugarteniente mandó despellejarlo y ahorcarlo después.
En la película el guionista sigue aquí los hechos históricos con la muerte de Ricardo en Chalus a rajatabla, pues en la leyenda y la literatura sobre Robin Hood, el rey Ricardo regresa a Inglaterra disfrazado y recupera la corona. En la película, sin embargo, Robin, que había luchado en Chalus con su rey en el cuerpo de arqueros, regresa a Inglaterra después de la muerte del monarca, lo cual difiere también de la leyenda.
A partir de 1199, pues, comienza el reinado del príncipe John, que morirá en 1216 de una indigestión. Planteada la cuestión sucesoria, no conforme el rey de Francia con el candidato, Enrique III, envió una flota de invasión a Inglaterra, comandada por el delfín, Príncipe Luis (futuro Luis VIII). La expedición estaba formada por tropas francesas y partidarios ingleses, que triunfó momentáneamente, pero al fin ante la animadversión de la nobleza inglesa de origen sajón, Luis hubo de regresar a Francia en busca de refuerzos y volvió, siendo entonces derrotado por las tropas inglesas del Tercer Enrique.
En la película se reproduce un desembarco francés que fracasa y que parece basarse en este ultimo intento de Luis, aunque transcurre durante la vida (y reinado) del príncipe John quien incluso interviene en la batalla, así que no se ajusta al relato histórico.
En la acción desarrollada en la playa, el director parece plantear la derrota francesa como una especie de desembarco de Normandía a lo Segunda Guerra Mundial al reves, con lanchones demasiado "modernos" aunque a remo y algunas escenas de soldados alcanzados pro flechas en el agua que recuerdan levemente a "Salvad al soldado Ryan". También fuera de lugar y contexto histórico está una lady Marian combatiendo con casco y espada, aunque probablemente haya hecho las delicias de Bibiana Aído.
Por lo demás, la película es entretenida y estética, consiguiéndose en ella lo más difícil: un ritmo que no aburra al espectador. Además el final es bastante original, aunque nos guardaremos de contarlo porque eso fastidia mucho al que pretende ir a verla.
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