El otro día apareció entre estos papeles que editamos cada día Esteban González Pons, con este segundo apellido que tan familiar le hace por aquí, portavoz del PP de Rajoy. Por lo visto estaba, o está todavía, por aquí de vacaciones, y aprovechó para decir unas cuantas cosas, ninguna nueva, ninguna imprescindible ni ninguna sugerente. Lo suyo fue un hablar por hablar, "la crisis económica llegó primero a Menorca y si no se produce un cambio será del último lugar de donde se irá". Ya nos han acostumbrado él y los colegas del otro bando a entender que "los otros" son la causa de todos los males. Vamos a ver, en qué se basa para decir que aquí la crisis llegó antes, antes implica una referencia, ¿antes que en Madrid?, ¿antes que en Lugo? Este mes que nos habíamos librado de la Pajín y la Cospedal, que hacen vacaciones como toca, en silencio, el secretario de comunicación del partido alternativa ha convertido la tumbona estival en megáfono de la crítica rutinaria, áspera y, posiblemente, equivocada. Algún día aprenderán que esa torpe estrategia de usar el dolor general con fines particulares conduce a la propia miseria, que ese discurso de desgaste, machacón, enfermizo, no sólo aburre sino que resulta viscoso, sobre todo en verano, un tiempo dispuesto para que todo sea, o al menos lo parezca, mucho más positivo.
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