El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, inicia un nuevo curso político con asignaturas pendientes y otras nuevas de complicado contenido. La primera es la de aprobar los presupuestos del Estado para 2011, los más austeros, cuando cuenta con escaso apoyo parlamentario. La negociación con el PNV es complicada, por el significado de las concesiones que se presuponen a cambio del voto nacionalista.
No se descarta la convocatoria anticipada de elecciones generales si no consigue aprobar estos presupuestos. La Huelga general del 29 de septiembre es otra asignatura destacada. Si los sindicatos la aprueban con nota deberá tener consecuencias para un Gobierno que ha mimado las relaciones con ellos. Las elecciones en Catalunya y las primarias en Madrid también tendrán efectos para el partido gobernante. El incremento del voto nacionalista y un retroceso de los socialistas es una de las hipótesis que aventuran las encuestas. Por otra parte, la lucha política entre Gómez y Jiménez por ser candidatos del PSOE por Madrid tiene trascendencia en otra partida en juego, el liderazgo de Rodríguez Zapatero, que es cuestionado por miembros de su partido.