Mayo de 2011 es la fecha prevista por el Govern para que el dique de Son Blanc esté operativo. Si se cumple este último pronóstico habrá concluido el desarrollo de una obra con muchos más obstáculos de los habituales y que, por otra parte, va a representar una gran oportunidad económica para Ciutadella y el conjunto de la Isla. Los obstáculos se van superando y se resumen en el coste de la obra, que casi duplicará el precio inicial de 50,25 millones de euros. También se va a duplicar el plazo de ejecución, de dos años -debía inaugurarse en marzo de 2009- hasta mayo de 2011. Las incidencias han sido numerosas en una obra afectada por la improvisación política del Govern de Jaume Matas. Para resolver los problemas de seguridad se ha alargado el dique; se han eliminado, aunque no del presupuesto, unas obras en el tramo abrigado de la costa; la UTE concesionaria ha revisado la distribución de las participaciones; se ha debido redactar el proyecto de estación marítima; ha sido necesario diseñar los viales de acceso; se han introducido los 'duques de alba' para los cruceros; y se han descartado ofertas de terrenos de los alrededores del dique. Ahora llega el momento de diseñar el futuro, a partir de las oportunidades que ofrece el nuevo puerto.
Editorial
La recta final del dique de Son Blanc