El parador nacional de turismo es una ilusión, que no llega a la categoría de proyecto y que va a tardar un tiempo en poder concretarse. Después de las ideas del Lazareto, del edificio del antiguo Hospital Verge del Toro, y de la propuesta en abstracto de Ciutadella para albergar esta instalación, ahora se ha conocido la oferta de Cas General por parte del Ayuntamiento de Maó. El Gobierno central tiene cinco paradores en construcción, uno de ellos en Eivissa, y otros ocho proyectados. Hasta 2012 no va a plantear nuevas propuestas. Menorca debería prepararse para disponer entonces de un proyecto realizable. Para ello es necesario definir la ubicación, una cuestión pendiente, ya que el PTI no localiza esta infraestructura turística. El acuerdo político y entre las administraciones debe gestionarse y eso corresponde al Consell, ya que se trata de un servicio insular, no cabe más que un parador de turismo en la Isla. Por otra parte, habrá que resolver la cuestión de la propiedad. El Gobierno puede atender peticiones y promover la construcción pero habrá que facilitarse el edificio o los terrenos. También esta cuestión se gestiona. De entrada, el proyecto del parador debe dejar de ser itinerante.
Editorial
El parador nacional, un proyecto a gestionar