La jornada de reflexión, protegida por una legislación que evita que hoy se pida el voto o que se celebren manifestaciones de carácter político, establece un breve paréntesis entre el ritmo y la saturación de la campaña electoral, por una parte, y la jornada de votación de mañana. La reflexión, más que sobre el sentido del voto, puede ser sobre la importancia de votar. Aunque las protestas del Movimiento 15-M tienen una amplia justificación en el momento de crisis y el distanciamiento de los políticos con relación a los ciudadanos, sigue siendo importante el valor del voto. Las elecciones locales y autonómicas, las más próximas, presentan listas con muchos candidatos dispuestos a trabajar a favor de los intereses generales, los que compartimos todos. Por tanto, no merecen una critica general, sino el respeto por su compromiso. La abstención, sin duda, expresa la insatisfacción de muchos ciudadanos o, lo que también es preocupante, su falta de interés por la cosa pública. Hoy no hay que pedir el voto, pero es necesario alentar a las persona a que voten, cualquier opción que consideren que pueda ayudar a que Menorca avance, que responda a las ideas e ilusiones personales de cada votante. El voto se pierde, sobre todo, si no se deposita en la urna.
Editorial
La jornada de reflexión y el valor del voto