El conseller balear Gabriel Company tiene una amplia experiencia y conocimiento del sector primario. Por este motivo, son más preocupantes sus afirmaciones de ayer sobre la ausencia de fondos para pagar a 163 fincas menorquinas los 574.800 euros que les corresponden del Proagro de 2010. El campo de Menorca no puede aceptar esta situación. El conseller argumenta que ya advirtió que la anterior administración autonómica publicaba convocatorias de ayudas que no podría cumplir, creando falsas expectativas. Sin embargo, el sector cuenta con ese apoyo para su supervivencia y, por tanto, más que las responsabilidades políticas sobre la gestión del Proagro, le interesan las soluciones concretas. Company ha mostrado una buena intención al compensar con 54.000 euros el trato discriminatorio hacia los ganaderos menorquines en la ayuda adicional del Proagro, con relación a Mallorca y Eivissa, donde se triplicaba el importe de la subvención por vaca. Era un asunto pendiente que había soliviantado al sector y al Consell. El Govern tiene ahora el reto de encontrar respuesta a las demandas de un colectivo que tiene una importancia para Menorca que va más allá de su propia y difícil actividad económica.
Editorial
No se pueden demorar más las ayudas agrarias