A la espera de conocer los detalles del proyecto de la bodega de Torralbenc Vell, la presentación de nuevo de la iniciativa empresarial se convierte de entrada en una punta de lanza de uno de los temas que centrarán la atención de esta legislatura, las posibilidades de actuación en el suelo rústico. No solo se trata de lo que permiten las normas, ni de la modificación del PTI, aspectos muy importantes, sino también de la actitud de las administraciones hacia estos proyectos. Los gobiernos del PP en el Consell y en Alaior ven con muy buenos ojos la propuesta de la bodega. Aunque la inversión sea de 3 millones, muy inferior a la mitad de la prevista en el primer proyecto, es un aliciente económico y al mismo tiempo plantea la compatibilidad de usos alternativos en las zonas rurales con la conservación del territorio y la protección del medio ambiente. Hay que conocer el diseño, las características del proyecto antes de pronunciarse de forma favorable o crítica, sin embargo es interesante que Menorca pueda atraer inversores para actuaciones que han de mejorar el atractivo y el producto turístico. Con Torralbenc es probable que se abra ahora el debate concreto, con consecuencias más generales.
Editorial
Torralbenc vuelve a ser punta de lanza