Pues sí, querido Rock, ahora que estás disfrutando de la casa de los sueños de tu abuela (yo sueño en la casa que tengo) te voy a hablar de Emily, esa tormenta tropical (que fue menos de lo pronosticado, a Dios gracias).
La temporada de ciclones comienza en mayo y suele concluir, oficialmente, a finales de noviembre, aunque los cruceros comienzan en octubre por La Romana y Samaná.
Emily, al menos en Salvaleón de Higüey, comenzó con un leve "jarineo"-como dicen los dominicanos- algo así como el sirimiri o calabobos. Pasó, en unas horas a un fuerte aguacero y llegó a una fuerte tormenta tropical. Aunque sin llegar a catástrofe fueron cientos las personas evacuadas, alguna muerte de gente arrastrada por la crecida de los ríos y muchas casas de zinc que parecían barcos de papel.
No sé si ese ciclo climatológico ejerce influencia en la mente humana, lo tendrían que estudiar los expertos en ese tema, pero sí es cierto, que han sido unos días de tormentas y/o huracanes acaecidas por la geografía de La Española.
Por citarte alguna reflejar que una directora escolar de Barahona (cerca de Haití) fue asesinada por tres compañeros a martillazos por celos educativos. La directora había ganado un concurso de meritos a ¿sus compañeros? Lo que suponía un ligero aumento de sueldo…
En La Romana, hace unos días, fue asesinado a tiros un periodista, José Agustín Silvestre (Gajo) cuando iba a desplazarse a San Pedro de Macorís para declarar sobre sus acusaciones al Fiscal de La Romana. Un caso que ha dado la vuelta al mundo.
Y como ejemplo final otros dos asesinatos en la gallera de Gato, cerca de Benerito, por un ajuste de cuentas.
Estos tres casos, y otros que podría contarte han ocurrido bajo el influjo de Emily: quizá a la gente se le va la olla, como se me iba a mí cuando soplaba el viento en la calle Campanas de Jaén, cerca de la Catedral o cuando la tramontana era tal y no un sucedáneo.
Por suerte, en Menorca, los jarineos, aguaceros y tormentas no llegan a huracanes. Pero algo raro está pasando en la atmósfera menorquina.
No sé la concejal ¿díscola? ¿oportunista? y poco responsable de Es Mercadal en qué situación se encuentra, pero si tuviera vergüenza torera se habría ido a su casita y dejar paso a otra persona, aunque a veces, el afán de protagonismo, suele alterar las neuronas.
Y qué decirte, Rock, de la tormentilla entre Tadeo y Pons, a propósito de las cuentas del Consell. Noto, desde este rincón caribeño, demasiado protagonismo en Tadeo (que según dicen no cuadró las cuentas de Es Castell) y de sus bomboncitos Herráiz y Cabrera, dulces, pero ácidas. Y no me sorprende la actitud de mi amigo Alejandre, al que conocí cuando era el alma mater del baloncesto del colegio San José.
Espero que ese jarieno constante de discrepancias concluya para bien de todos.
Tur, que convoca ruedas de prensa en la calle, no tiene piedad de Águeda y entre tráfico, terrazas, el calabozo y pregones justamente no puede decirse que viven en romance permanente.
Y hasta el antiguo alcalde de Sant Lluís- mi amigo Pito- escribe sobre la cárcel de Barbate utilizando las siglas de tres políticos y confundiendo al personal con ese nombre de un pueblo precioso (por qué no bautizarla con el nombre del partido político responsable de su construcción.)
En fin, rollizo y hermoso Rock, ya solamente restarán de seis a diez tormentas que espero sean tan benignas como Emily y deseo, fervientemente, que los políticos se pongan a trabajar y demuestren que son capaces de aunar esfuerzos e intereses en beneficio de la población.
P.D. Me encanta ver a Elisa Mus en las fotos de la prensa. Un besito, Elisa.