El informe del Centre de Recerca Econòmica (CRE) de Sa Nostra y la UIB no solo presenta cifras y datos económicos para ver como Balears ha pasado de la tercera a la décima posición en el ránking del PIB por comunidades autónomas. La pérdida de bienestar y de competencia se constatan sin necesidad de excesivas estadísticas. En la búsqueda de conclusiones de estos informes, el director del CRE, Antoni Riera, plantea una cuestión básica: todavía nos resistimos al cambio, a pesar de la gran presión de la crisis, y no somos capaces de aprovechar las fortalezas de nuestra economía y las aportaciones que se realizan, como por ejemplo el incremento de la inversión en las tecnologías de la información y la comunicación. En cambio imperan los tópicos, que no conducen a nada, ni tan solo los que predican el cambio, como la idea abstracta de encontrar un nuevo modelo. El ansia por la acumulación, enraizada en los orígenes de la recesión, parece que persiste, como si se esperara una mejora aplicando los mismos criterios y hábitos en la actividad. La imagen de un garaje lleno de cajas con utensilios sin uso refleja una forma de encarar la crisis que debería ser superada. Aprovechar los puntos fuertes que tenemos y que en Menorca son muchos parece orientar a un camino que vale la pena recorrer.
Editorial
La transformación para encarar el futuro