El sector del automóvil es uno de los indicadores para valorar el estado de la economía. Actualmente sufre un descenso de ventas que ha obligado a un ajuste importante de estructuras y de empresas, un proceso que no ha concluido. Entre 2001 y 2007, el promedio anual de venta de coches en la Isla era de 5.449 unidades, mientras que en los últimos cuatro años esta media de operaciones se sitúa en alrededor de 2.100 vehículos. El descenso, por tanto, representa alrededor del 60 por ciento. La Asociación de Concesionarios de marcas de automóvil, integrada en PIME, descartó organizar una nueva edición de FERIAME este año debido a las dificultades económicas y a la desconfianza sobre las expectativas de la muestra. Finalmente, los apoyos conseguidos permiten que la exhibición de coches vuelva al recinto ferial el próximo fin de semana. Es probable que los resultados sean los previstos, modestos por el momento actual. Sin embargo es positivo que los empresarios hayan decidido realizar un esfuerzo y montar esta feria. Ayuda a generar actividad, promueve el dinamismo y con ello, la confianza. No se puede esperar a que cambie el entorno si desde los mismos sectores no se impulsa el desarrollo, aunque sea mínimo.
Editorial
La continuidad de la Feria del Automóvil