Son muchos años de historia y de historias los que cumple nuestro "diari" y quienes venimos colaborando en sus páginas desde tiempos inmemorables, al volver la vista atrás y darle cuerda a nuestras cada vez más maltrechas neuronas, no podemos menos que sentirnos orgullosos y nostálgicos al mismo tiempo al recordar los caminos recorridos, las idas y venidas con nuestros escritos elaborados a golpe de tecla en aquellas vetustas y pesadas máquinas de escribir que no te permitían errores porque no admitían corrección alguna. Esos recuerdos me llevan hasta la redacción y talleres ubicados por entonces en la calle Virgen de Gracia y allí mismo, muchas de las veces, por entonces su director Paco, me dejaba una de sus máquinas para que pudiera escribir lo que me rondaba por la cabeza, mientras me explicaba sobre su afición al manejo del péndulo y a las varillas para la localización de agua. Hoy, con las nuevas tecnologías, los pasos hasta las dependencias del "diari" se hacen mucho más rápidos y ese simple "clic" informático, como la mayoría de nuestras actuales comunicaciones, han relegado a un segundo plano nuestras relaciones humanas. Hemos cambiado el "ya" por el "luego", el segundo por los 20 minutos, el anonimato por el reconocimiento. Pero aquí estamos y seguimos en la brecha porque nos gusta estar y porque necesitamos opinar sobre lo que otros opinan. Escribimos, creo, esperando guste a algún lector pero también lo hacemos por algo de sano y moderado narcisismo, porque estamos convencidos que lo que escribimos es una maravilla. Luego resulta que no lo era tanto, pero como esta cara no se nos manifiesta, seguimos adelante. Felicidades a toda esa gran familia del "Diari Menorca" y por muchos más!
En pocas palabras
Setenta, que no es poco
Jesús Jusué |