El equipo de gobierno de Mahón ha hecho una apuesta clara por la activación urbana y comercial y prueba de ello son las distintas iniciativas puestas en marcha desde el pasado verano, cuando asumimos la responsabilidad que nos ha transferido la voluntad ciudadana. Para ello hemos contado y seguiremos contando con la participación de empresas y colectivos dispuestos a colaborar en una tarea, la de recuperar tono social y económico, que implica a todos.
En esa línea se inscribe la ambientación navideña que, de acuerdo con la opinión general, ha obtenido una excelente acogida y es motivo de orgullo entre quienes sienten espíritu de comunidad. Hay también -lo reconozco con aceptación y normalidad- voces discrepantes basadas en el gasto que supone y en el tópico del fomento del consumismo, los viejos argumentos de quienes, sin embargo, promueven y aplauden otros gastos realmente suntuarios como la sucesión de informes o planes absolutamente inútiles. En seis meses nos hemos acostumbrado a la crítica de oficio, hemos aprendido que el cambio no es fácil, romper la inercia de 28 años de rutina tiene un coste.
Además de la apuesta claramente política, la ambientación responde a otras motivaciones, a la unión de esfuerzos con las asociaciones de comerciantes y, sobre todo, al cumplimiento de la legalidad en materia de eficiencia energética. El comercio, que es aparentemente el sector más beneficiado por esta iniciativa, ha sido tradicionalmente impulsor de la iluminación extraordinaria por estas fechas y se ha comprometido a mantener estas acciones durante las próximas campañas navideñas, decisión que halla plena sintonía con la voluntad municipal.
Además de lo expuesto, el reglamento de eficiencia energética en instalaciones de iluminación exterior, de noviembre de 2008, obligaba a cambiar estos elementos. La anterior corporación ha incumplido durante los últimos años la norma legal y el nuevo ayuntamiento ha decidido aplicarla por respeto a la ley y por las mejoras que permite. Así, la iluminación moderna se basa en leds y mangueras luminosas. Una comparación con el año anterior nos muestra que en 2010 se contrataron 158 kw y este año hemos contratado 22 kw. En consecuencia, se calcula que el coste del consumo de 2011 equivale al 14 por ciento del coste del año pasado; hay un ahorro, por tanto, del 86 por ciento en el coste la electricidad.
Es cierto que los tiempos de adversidad económica han retraído los ánimos y han acercado el mensaje al precipicio de la parálisis. Precisamente en estos momentos, la administración pública debe liderar el fomento de la actividad y combatir la pesadumbre que se apodera de la calle. La austeridad la aplicamos con eficacia en el control del gasto corriente, en la renegociación de contratos, en la racionalización de servicios, en planes de ahorro energético y, en general, en todas las tomas de decisión.
Este ayuntamiento ha optado por la transparencia, el ciudadano de Maó dispone de toda la información para realizar sus propios juicios y seguir la actividad municipal. También en este caso hemos explicado las acciones emprendidas, los objetivos que persiguen, la dotación financiera que supone y los resultados alcanzados. Estamos convencidos de la aprobación de la mayoría ciudadana hacia este estilo de gobierno.