Demoledora resulta la opción de que se pueda extinguir el convenio firmado en su día con el Ministerio de Medio Ambiente que comprendía los proyectos de saneamiento y abastecimiento de agua potable de Sant Antoni en Maó. Incomprensible que se dediquen horas y recursos a articular un acuerdo que dé cobertura a la ejecución de infraestructuras de interés público y que el esfuerzo se quede en el mero acto de la rúbrica por cuanto años después éstas no se han materializado. No sucede siempre que los convenios tornen en papel mojado, pero sí ha ocurrido con el que pretendía la mejora de la dotación de servicios básicos en la urbanización de "S' Altra Banda" del puerto mahonés, presumiblemente por la incapacidad de aunar iniciativa pública y privada, habida cuenta de los costes que este tipo de actuaciones implican. La alcaldesa Águeda Reynés intenta acertadamente reconducir la situación. Maó, Menorca, no puede dejar pasar ni un euro que consiga "arrancar" de los presupuestos europeos, estatales o autonómicos. El empeño en lograr fondos para que la Isla avance ha de ir acompañado de la perseverancia que posibilite su correcta aplicación. Y ante el riesgo de que, una vez conseguidos, se puedan perder, actuar con diligencia para evitarlo.
Editorial
Sant Antoni y los acuerdos frustrados