La visita que realizó ayer el crucero de lujo "Columbus 2" a Maó ha dejado patente el potencial que tiene el puerto como destino de cruceros, una clase de turismo con un alto poder adquisitivo. Así lo han confirmado el prestigioso touroperador alemán Hapag Lloyd y los 400 agentes de viajes que viajaban a bordo y que, textualmente, "se han quedado maravillados de la Isla". Sin embargo, desde la compañía se ha advertido de las carencias que ofrece la ciudad para que Menorca entre con fuerza en este mercado, en el que la competencia es alta. Por una parte, el desconocimiento que existe sobre un destino que se difumina en el conjunto de Balears. En este sentido, la promoción específica y diferenciada del producto local es esencial para posicionarse en la programación de las escalas de los mayoristas. Por otra parte, también se detecta la falta de una oferta complementaria que satisfaga a los potenciales clientes. En este punto, la recomendación también es clara: que las jornadas dominicales ganen en dinamismo, tanto en el sector comercial como en el de ocio. Al respecto, la consellera de Turismo, Salomé Cabrera, ha tomado buena nota y apunta que habrá que cambiar de funcionamiento y mentalidad para adaptar la oferta a la demanda. Para ello es necesaria una acción conjunta del sector privado y la Administración.
Editorial
El turismo de cruceros pide adaptar oferta y demanda