Llega San Juan y mis hijas desnudas. Así decía el telegrama de cierta dama "des cap de ponent", dirigido a su modista de Mahón, y que no voy a repetir la historia, ya que recuerdo que el pasado 2011 dediqué un escrito sobre el mismo, intentando aclarar el entuerto.
Hoy el tema va por otros derroteros "ben diferents", a medida que arrancamos la hoja diaria, nos vamos acercando al 24, como dice el filatero "un altre mes escatat". La vida es un soplo, algo que no debemos pararnos en pensar, mejor disfrutar del momento, hay tanto en que recrearnos, tanto que agradecer al Creador.
La jornada es larga, con sus horas solares, significa que se hace el doble de trabajo que en invierno, mientras a unos, llegado el atardecer, les apetece ir a pasear, algo muy saludable, amén de relajante, nosotras las mujeres del talaiot, nos sentamos bajo el porche como preámbulo de lo que serán las noches de estío. Si bien los lectores de esta sección ya saben que debemos evitar el relente de la noche "sa humitat no és bona per res".
Mientras nuestras manos navegan por derroteros distintos, cada una hace su cometido, la lengua no para, charlando de mil y un tema, para no ir más lejos la del sábado al domingo, empezamos con los juegos infantiles, de cuando jugábamos a "mares i filles" y entre risas de aquellos recuerdos en que Praxèdies siempre quería ser la madre, salió el tema que a buen seguro algún lector será del mismo parecer:
Por regla general, el papel del padre es fundamental pero el de la madre es primordial, aún recuerdo de pequeña cuando algún vecino o conocido pasaba a mejor vida, solia comentarse… "tot seguirà endavant". Por el contrario, de fallecer la madre, se lamentaban doblemente de la pérdida, aludiendo a que ya no iba a ser lo mismo. Cierto que por aquel entonces se confiaba en el jornal del cabeza de familia. Si la mujer era "com Déu mana", el buque insignia familiar llegaba a buen puerto.
Ahora, la cosa ha cambiado, " i no poc" . Las llamadas sexo débil, han demostrado su grandeza, su valía , tanto que ha degenerado en la mayor lacra familiar de todos los tiempos y con ello no culpo a las hembras, de todo hay en el viña del señor, "i cada casa és un món". Pero sí es cierto que gracias a la evolución, a la lucha por la entrada en el mundo laboral, cultural, etc. Se han emancipado tanto, han llegado incluso a sobrepasar a muchos sesudos varones "d'un bon pas". De ahí, que de no funcionar las cosas como uno espera, las mujeres lo tienen mas fácil, al contrario de nuestras mayores, que tuvieron que aguantar estoicamente las impertinencias, desplantes, malos modos y malos tratos síquicos y físicos, y un sinfín de vejaciones de sus maridos. Aquellas desgraciadas poco o nada podían hacer, "acotar cap" y continuar al pie del cañón, ¿donde ir sin dinero, sin medios, en una civilización machista , en que las mujeres, eran las primeras en criticarlas, tal vez provocado por la envidia?
No todos los que lean estos renglones estarán de acuerdo, estoy convencida, "s'escriure es fotut", cada cual lo interpreta a su manera.
Dejamos el tema, es tan largo, tan complicado a la vez que no desearíamos que nadie mal interpretara nuestras palabras, nada tan lejos, por el contrario nos agradaría fuera visto como una reflexión que brota del corazón desde lo más profundo del sentir.
Como la cosa iba de madres e hijas, podríamos añadir, abuelas y nietas/os, nos apetece citar a una recién estrenada abuela, Niní Mercadal de "sa sabateria de can Franco", junto a su esposo Juan el que fuera maestro del Instituto de Maestría Industrial, Juan Mercadal, han alcanzado la mayor titularidad, "l'avis d'Ane", una linda muñeca, que con orgullo el flamante abuelo no deja de fotografiar.
Mientras otros perdían a su abuela, madre y esposa ideal, lo de ideal debería escribirlo con letras "de pam", me refiero a María Orfila "na Mari de ses capses de sa Raval", conocida y apreciada por cuantos tuvimos la dicha de conocer y tratar, mujer encantadora, siempre tan jovial, siempre junto a su esposo, Julián Hernández Rosique. Desde esta columna reciban nuestro más sentido pésame.
Otra muestra de dolor, para los padres, esposo hijos y demás familia de aquella joven de Es Castell, que un día nos dio la sorpresa al ser nombrada la primera mujer alcaldesa de la Isla, y que supo desempeñar su cargo a la perfección. Descansa en paz Ester, estés donde estés, estoy convencida que encontrarás la paz, la misma que tú sabías entregar a cuantos en ti confiaban.
La vida continúa y muchos luchan para que nuestros mayores gocen de una merecida feliz vejez en especial para los enfermos de Alzheimer. Enfermedad que se ha incrementado, cuando todos creían que con la llegada del nuevo siglo los científicos lograrían combatirla. Mientras tanto, los comerciantes de la plaza Príncep, semanas pasadas, con gran entusiasmo, se volcaron en "replegar doblers" que entregaron a la Asociación de familiares de Enfermos de Alzheimer (Afam). La peluquería Príncep Estil, montó una sesión de peinados y maquillajes gratuita, con servicio de cervezas, mojitos… a bajos precios servidos por Cafè Arts. Hubo rifas, logradas por el resto de comercios y el ánimo de apoyo de muchos.
Todas estas cosas, aunque dispares entre sí, fueron sacadas a relucir, mientras saboreábamos una coca al estilo "greixera" de patata. Es el momento ideal, una manera más de aprovechar las patatas viejas, las nuestras las de "llavor menorquina". Receta que no debería faltar en los recetarios de nuestras jóvenes como es el caso de nuestra amiga y siempre admirada Margarita Nuevo Alemany, defensora de lo tradicional, es tal su inquietud que a través del 'Facebook', un grupo de jóvenes cocineras han creado una página titulada "Per anar Fent Gana". Felicidades a todas ellas.
Continuamos bajo el porche, los geranios en flor dando color y un agradable aroma, perfume que se confunde con la frondosa enredadera de jazmín, que a pesar de tener "mes anys que Hue", florece año tras año, claro está que la podamos, cambiamos la tierra de la maceta, la abonamos y cuanto nos parece que es beneficioso para ella. Mientras íbamos comentando estas cosas, salió en la conversación de estas madres que habiendo cumplido un sinfín de primaveras y otoños, da gloria verlas, tan guapas, con un saber estar siempre elegante como es el caso de doña Mercedes Mencos Bosc, madre de nuestra querida y siempre admirada amiga Mercedes Milá a la cual debemos agradecer el cedernos la fotografía que hoy publicamos. Doña Mercedes, madre de seis hijos, "s'avia d'un caramull de néts", tuvo la dicha de estar sesenta años felizmente casada con su primer amor, el de juventud, el que supo enamorarla, con su simpatía, sus maneras, las que a cualquier mujer le hubiera gustado encontrarse en su caminar por la vida.
Aprovecho para publicar una foto entrañable. El pasado domingo vinieron a casa para gozar de una jornada en familia mis sobrinos nietos, con su madre, Margarita Pons Ortega, viuda de Juan Ametller Caules, algo que quedo ahí apuntado en la pizarra y que habrá que repetir.
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