El Ayuntamiento de Maó ha conseguido alcanzar un acuerdo con la mayoría de entidades y colectivos del puerto, excepto con la asociación de comerciantes, para cerrar al tráfico por la noche el tramo entre las cuestas de Corea y Reynés. Ha sabido ceder en algunos aspectos y ha puesto los medios para facilitar el transporte, mediante el "tren" que servirá de lanzadera entre la ciudad y el puerto. Se trata de una apuesta a favor de la actividad económica y de revitalizar un espacio que hace años que precisa de nuevas ideas. Por este motivo, es positivo que la iniciativa se ponga en marcha y que se establezcan mecanismos para revisar su funcionamiento. Esta decisión no tiene que crear agravios, entre colectivos o entre zonas, sino que ha de ser un primer paso para que el conjunto del espacio portuario recupere la actividad comercial y de ocio que ha perdido en los últimos años.
Quedan pendientes algunas actuaciones para mejorar la conexión entre la ciudad y el puerto y para fomentar la actividad, principalmente con la definición de los usos de Cala Figuera. Ahora se ha comprobado que el Ayuntamiento tiene la capacidad y, seguramente, la obligación de tomar la iniciativa, de proponer nuevas actuaciones para convertir el puerto en un motor de la economía local.
Editorial
Una apuesta a favor de la actividad económica