Puede que para muchos pensar eso y en pleno agosto sea casi un sacrilegio. Pues que me condenen, pero me siento de secano. Yo veo una higuera en agosto y la abrazaría. Ser de secano en agosto es una opción que, solo la libertad de poder hacer lo que te dé la gana, sin tener que dar explicaciones a nadie, te realiza. Es cierto que esa opción te clasifica entre ese grupo de "rara especie no adaptada a las circunstancias". Seguir blancucho en agosto o menos quemado que la mayoría, te marca, es cierto. Atravesar un sembrado de toallas en cualquier playa y lleno de cuerpos semejantes a placas solares ávidas de absorber hasta el último rayo de sol y sentir como te observan tu harinoso cuerpo, es una sensación solo para valientes y únicamente te salvas si estás convencido de que estás en otro planeta, que eres una asqueroso alienígena salido de una nave nodriza. Por eso admiro profundamente a la higuera, por ser la estampa clásica de un secano perenne, un ejemplar del que nadie se acuerda en todo el año, que no te pide ni un vaso de agua y encima de da frutos y sombra, esa buena sombra que da todo buen árbol que te cobija. Y por favor, no me sigan dando la tabarra de que estoy muy blanco, piensen que se lo voy a recordar en enero, cuando todos los gatos son pardos. Tengo un grano de arena en el ojo y me molesta un montón.
Granos de arena
Ser de secano
Jesús Jusué |