A Águeda Reynés
Me gustaría, alcaldesa que supiera, refiriéndome a la información titulada "El puerto de Mahón se levanta en armas", que donde dice "los" comerciantes del puerto, debiera decir "algunos" comerciantes del puerto. Confió pues en que esta errata que se produce sistemáticamente en la prensa no la lleve a interpretaciones equivocadas. Sobre el contenido de dicha información, me gustaría que conociera la opinión de "otros" comerciantes a través de la mía propia.Hay tantas maneras de hacer las cuentas como de presentar las estadísticas del paro. Quizás debiera preguntar a quienes la van a dar la brasa próximamente algunas cuestiones técnicas:
1.- Ese descenso en la facturación ¿Ha comenzado con la peatonalización? ¿No es más cierto que la curva de ingresos viene marcando una caída regular desde hace años? ¿No es más cierto que el mes de julio, con los coches correteando libres en alocada búsqueda inútil de aparcamiento, fue ya bastante más flojo que julio del año pasado? ¿No es más cierto que la caja de las mañanas de agosto (cuando la circulación es libre) ha caído más de un 50%? ¿No será porque el año pasado llovió bastante en agosto y con ello hubo más visitas de los desesperados turistas que a falta de sol se dedican a comprar y comer? ¿No habrán cometido estos comerciantes el desliz de ningunear esta circunstancia en sus balances?
2.- También les puede preguntar en qué sentido utilizan la palabra "gueto". Personalmente he tenido el placer de comprobar que el sentido común ha triunfado después de tantos años de absurdo. Por fin una familia que viene de Milán o Barcelona y que por tanto están hasta el gorro de convivir con los coches puede cenar, tomarse un helado o probarse un vestido en un ambiente apacible y acogedor. Mi placer mana también de que vuelvo a ver caras de menorquines que jamás veía en agosto y que con su pasear sereno por mitad del asfalto y su placidez ya casi olvidada me recuerdan el porqué de mi pasión por esta isla, establecida irreversiblemente cuando aún tenía cabello protegiendo mi coronilla.
3.-Si fuera yo, también les preguntaría qué clase de persona se viste de punta en blanco para después ir buscando zarzales para enredarse. Sería útil informar a dicha persona que después de aparcar el coche por el paseo marítimo (como siempre hizo en el pasado por otra parte, ya que el parking temático dedicado a camareros a ras de mar indefectiblemente permanece colapsado a las horas de servicio) acceda al puerto por el ascensor del Club Marítimo (al que debemos quedar agradecidos) donde no encontrará incomodas zarzas.
4.- Pregúnteles si los pantalanes semivacíos se explican también por la ausencia de tráfico. Quizás a los amantes del mar les moleste el silencio que se produce entre las ocho y las doce y por eso no nos visitan como antaño. Quizás la falta de servicio y los precios abusivos de los amarres no sean la raíz de esta desafección. El descenso de este visitante con gran poder adquisitivo ¿quizás haya afectado notablemente al descenso de la facturación?
5.- Y esto no es ya una pregunta que sugiero que les haga, sino una opinión personal sobre la frase que remata la reseña periodística "Hasta que no haya empresarios al frente de los ayuntamientos será una ruina eterna". Ignoro si detrás de este aforismo anida la verdad, pero de lo que sí estoy seguro es de que yo preferiría que en el caso de algún empresario optara a puestos en el Consistorio, tuviera éste una visión más a largo plazo y contara con un espíritu más ilusionante que los que irán a visitarla próximamente con sus reivindicaciones con olor a naftalina de regreso al penoso pasado de puerto-autovía.
Nacho Martín Rejas
Maó